Uno de los organismos creados en el seno del Sindicato Vertical con un papel destacado en la discusión de los asuntos de interés para la población que desbordaban el propio marco laboral era la Junta Local de Dirigentes de cada delegación sindical. Tomemos a título ilustrativo el caso de Ubrique y la composición de su Junta Local de Dirigentes y los temas tratados, a modo de ejemplo, en una reunión celebrada el 31 de enero de 1972 (1).
Este organismo lo presidía el delegado sindical comarcal. En el caso concreto que tomamos como referencia, este cargo lo ostentaba Rafael Cabezas Calvo. Asistieron a dicha reunión el presidente del Sindicato Provincial de la Piel, Manuel Gavira García; el presidente de la Unión de Técnicos y Trabajadores del Sindicato Provincial de la Piel, Francisco Arenas Rodríguez; el vicepresidente del Sindicato Local de la Piel, Manuel Mateos Coronil; el presidente y el vicepresidente de la Unión de Técnicos y Trabajadores del Sindicato Local de la Piel, Juan Oliva Romero y Juan Ríos Clavijo, respectivamente; un vocal de la Unión de Empresarios del Sindicato Local de la Piel, el cooperativista Emilio Rubiales Rojas; el presidente y el vicepresidente de la Unión de Trabajadores y Técnicos de la Hermandad de Labradores, Juan Avelino Corral y Federico Puerto Pérez, respectivamente; el vicepresidente de la Hermandad de Labradores, Ildefonso Moreno Moscoso; el presidente del Sindicato Local Mixto, Joaquín Peña Rivero; y el letrado asesor de las Secciones Sociales, con el ex-alcalde Carmelo Gago Vélez como secretario.
En la citada reunión se abordaron asuntos que atañían a las condiciones laborales de los trabajadores del campo. El vicepresidente de la Hermandad de Labradores y Ganaderos expresó que a «los trabajadores agrícolas afiliados a la mutualidad agraria, al caer enfermos, se les exige para el percibo de la prestación por incapacidad laboral transitoria certificación de la última empresa con quien estuvo trabajando, [pero] en la mayoría de los casos se encuentran en paro forzoso y en otros las empresas agropecuarias les niegan tal documento», por lo que proponía que el mismo fuese sustituido por una «certificación acreditativa de profesionalidad expedida por el Servicio de Encuadramiento y Colocación y visada por el presidente de la Hermandad».
Otro asunto de interés social abordado en esta reunión de dirigentes fue el del «coste de la vida». El presidente de la UTT del Sindicato Local de la Piel alertó de que «los precios de los artículos de primera necesidad no dejan de subir, preocupación de todos los trabajadores ubriqueños», y depositó su esperanza en que «se tomen medidas por quien corresponda para resolver este difícil problema». Juan Oliva también mostró su queja por el modo en que se estaban produciendo concesiones de viviendas en la Barriada 18 de Julio, al considerar que no se adjudicaban «con la debida equidad». Expresó que «existen anomalías al concederlas», de ahí que propusiera que se elevara esta queja al delegado provincial del Ministerio de la Vivienda.
Por su parte, el presidente de la UTT del Sindicato Provincial de la Piel denunció que «las empresas de Ubrique y su comarca vienen admitiendo aprendices en edad escolar, y pidió que se elevara esta queja a la inspección provincial de Trabajo. Además, en el acta de la reunión se recoge que esta Junta decidió felicitar al comité ejecutivo de la Organización Sindical gaditana «por el acuerdo tomado para la desaparición de la clandestinidad de la industria marroquinera en Ubrique y su comarca».
Nota:
(1) Archivo Histórico Municipal de Ubrique, leg. 1667, acta de la Junta Local de Dirigentes, 31/1/1972.
Proyecto: Investigación sobre movimientos sociales y sindicales durante la dictadura franquista y la transición en la comarca de la Sierra de Cádiz.
Investigador: Fernando Sígler Silvera, historiador.
Entidad promotora: Área de Memoria Democrática de la Diputación Provincial de Cádiz, 2023.